La liposucción es la cirugía estética más popular después de la de senos. Se emplea para reducir el tejido adiposo localizado y puede realizarse prácticamente en cualquier área del cuerpo humano.
Cuando se varía de peso, en realidad se experimenta un cambio en el volumen de cierto tipo de células especializadas en el almacenamiento de lípidos, es decir, de grasas. Se trata de los adipocitos o lipocitos, los cuales mantienen un número constante a lo largo de la vida adulta.
Estas células se hinchan de grasa o se desinflan cuando engordamos o adelgazamos. Una lipoaspiración local las remueve definitivamente. Tras la cirugía,al disminuir el número de adipocitos, disminuye la capacidad para almacenar grasa en el área tratada; y, por tanto, los resultados de una lipoaspiración son permanentes.