Cuerpo 4La liposucción es la cirugía estética más popular después de la de senos. Se emplea para reducir el tejido adiposo localizado y puede realizarse prácticamente en cualquier área del cuerpo humano.

Cuando se varía de peso, en realidad se experimenta un cambio en el volumen de cierto tipo de células especializadas en el almacenamiento de lípidos, es decir, de grasas. Se trata de los  adipocitos o lipocitos, los cuales mantienen un número constante a lo largo de la vida adulta.

Estas células se hinchan de grasa o se desinflan cuando engordamos o adelgazamos. Una lipoaspiración local las remueve definitivamente. Tras la cirugía,al disminuir el número de adipocitos, disminuye la capacidad para almacenar grasa en el área tratada; y, por tanto, los resultados de una lipoaspiración son permanentes.

 

Fases de la operación

Fase 1: Marcado

La operación comienza con el marcado de la piel. Con un marcador o rotulador, el cirujano delinea las áreas donde habrá de trabajar. Si hay que corregir asimetrías, es el momento de tomar nota. 

Fase 2: Infiltración

Luego, el cirujano practica micro-incisiones para inyectar suero con anestesia local. Se emplea una solución de lidocaína y epinefrina muy diluida que habilita a trabajar en un área mayor de lo que permitiría la anestesia general.  La anestesia local tiene la ventaja de alargar el efecto hasta varias horas después de concluida la operación. A diferencia de la anestesia general, que se elimina rápidamente y obliga a suministrar analgésicos casi de inmediato, la lidocaína local alcanza su máxima concentración en sangre recién a las 12 horas, mucho después de concluida la cirugía. 

Además de adormecer la zona, la infiltración ayuda a reducir el sangrado con un efecto vasoconstrictor, consecuencia de la hormona epinefrina. El suero, de naturaleza salina, además, facilita el desprendimiento del tejido adiposo de los músculos o de la piel.

Fase 3: Cirugía

Cuando el suero hace efecto y el área se ha adormecido, el cirujano inserta una cánula a través de las mismas incisiones. La cánula no es más que un tubo de unos milímetros de diámetro, que sirve para realizar el aspirado. En el extremo externo, la cánula se conecta por una manguera a una bomba de vacío.

Con cuidado de no extraer demasiada grasa de un sector, para no producir asimetrías, el cirujano mueve la cánula en un plano paralelo a la piel, dentro de los límites marcados en el primer paso.  Nunca se extrae todo el tejido adiposo, porque sin una fina capa de soporte de grasas la piel se vería antinatural.

Para separar la grasa del resto de tejido subcutáneo, el cirujano realiza rápidos movimientos hacia adelante y hacia atrás, de vaivén, y en círculos alrededor de la incisión. Con la aspiración se desprenden las paredes de tejido adiposo, y se aspira también el contenido aceitoso de los lipocitos.

Fase 4: Cuidados post operatorios

A los pacientes que se han sometido a una lipoaspiración, se les proporciona una faja elástica, que deberán llevar durante algún tiempo para que la piel se readapte al nuevo contorno. A menudo es aconsejable ayudar con masajes de drenaje linfático para que la recuperación sea más rápida.